1988 – La Federación Española de Balonmano abrirá una investigación sobre los graves accidentes que se produjeron en el descanso del encuentro entre Cacaolat y Barcelona, jugado el miércoles en Granollers, y que se saldaron con un espectador hospitalizado, agresión al entrenador azulgrana y una batalla campal. Pese a todo no se cerrará la pista del club vallesano.
Los graves incidentes acaecidos en el descanso del encuentro de balonmano Cacaolat-Barcelona, jugado a última hora de la tarde del miércoles en Granollers, serán investigados por la Federación Española (FEB) de este deporte, según indicó un portavoz federativo a »La Vanguardia».
Sin embargo, en círculos federativos, se daba ayer por seguro que no habrá sanciones deportivas ni será cerrada la pista del Cacaolat, puesto que los, incidentes no fueron consignados en el acta oficial del encuentro por los árbitros, Breto y Huguet, al no poder presenciarlos por estar su vestuario en otra zona distinta del recinto. La piste de Granollers está apercibida de cierre, por incidentes del público con árbitros en la actual temporada. Por su parte, el gerente del Cacaolat. Josep Blanchart, declaró que su club enviará un informe a la Federación Española, ya que “en toda la historia del balonmano en Granollers no recordamos incidentes tan graves como éstos. Queremos que la Federación Española intervenga- en el tema”.
Igualmente el presidente del club. Jaume Rodríguez, afirmó que “cuando llegué a la zona de vestuarios vi a una persona tendida en el suelo y empapada en sangre. Me quedé helado porque pensé que estaba muerto. Era evidente que le habían dado una paliza. Según pudo saber este diario, ambas directivas conversaron ayer, tratando de apaciguar los ánimos, ya que no interesa que sigan incrementándose las deterioradas relaciones, que algunos atribuyen a “piques personales” entre técnicos y jugadores del Barcelona . y del Cacaolat, Pese a ello, se han presentado diversas y ante la policía, por parte de espectadores, jugadores y clubes.
El hecho de que los vestuarios del pabellón vallesano estén alejados de la pista, y no anexos a la instalación como indica el reglamento, son juzgados como un peligro constante. La FEB mantiene con respecto a Granollers, desde hace muchos años, una evidente tolerancia, que puede acabar tras los incidentes del miércoles. Es muy posible que la Federación Española obligue al club a modificar parte de sus instalaciones, a fin de’ que árbitros y jugadores puedan dirigirse a los vestuarios, sin tener que cruzarse con el público.
Batalla Campal
Varios testigos de los hechos indicaron a este diario que los incidentes se iniciaron cuando Josep Oña siguió al jugador barcelonista Juan Sagalés, insultándose, hasta cogerle del brazo y propinarle un puñetazo en el cuello. En ese momento,Sagalés, se giró y tal como textualmente ha declarado “fui a por él”.
Le golpeó y el espectador impactó su cabeza contra una de las columnas del bar —que está si tuado entre las puertas de entrada de ambos vestuarios— cayendo medio desvanecido al suelo. Oña, de 52 años y chófer de profesión, debió ser ingresado en la Policlínica de Granollers, donde se le apreció traumatismo craneal. y herida contusa en el cuero cabelludo, que precisó 12 puntos de sutura, según indica nuestra corresponsal Montserrat Ponsa. En sus declaraciones, Oña asegura que sólo llamó sinvergüenza a Sagalés “y que sin mediar otra palabra, se dio la vuelta y me propinó el puñetazo que me tumbo”, asegurando asimismo a Montserrat Ponsa que “gracias a la intervención de la policía la cosa no fue a peor” y que pensaba presentar denuncia contra sus agresores. Josep Oña y su hermano gemelo son dos socios del club muy conflictivos y constantes provocadores en las gradas, según indicaron varias personas a este diario.
Aunque las primeras informaciones afirmaban que el entrenador barcelonista. Valero Rivera. había agredido al espectador, lo cierto es que fue él el agredido. “Traté de calmar a la gente que se tiró contra nosotros, pero recibí tal patada en el bajo vientre (al pa recer propinada por un tal Boixe ras) que me dejó en el suelo, casi inconsciente. hasta que mis jugadores pudieron introducirse en el vestuario “, explicó el técnico azulgrana a este diario, En ese momento se inició una batalla campal entre algunos jugadores del Barcelona, como Sagalés y Kalina, y un grupo de aficionados, que sólo pudo ser cortada gracias a los esfuerzos de los jugadores y la directiva local.
“Fue una defensa personal, pero le dimos al primero que se ponía por delante”, reconoció ayer Sagalés. El Cacaolat ganaba por 15-8, en el descanso, tras una primera, mi tad sin excesivos incidentes, al Barcelona, virtual campeón de Liga. El tanteo final fue de 29-18 a favor del conjunto vallesano. En suma, las provocaciones de un espectador, la incontrolada reacción de un jugador, la falta de seguridad y la lejanía de los vestuarios, se juntaron para crear estos incidentes de gravedad desconocida hasta ahora.
Aunque no haya sido esta la primera vez que la piste de Granollers es escenario de incidentes ni la primera, tampoco, que los equipos del Barcelona, singularmente en balonmano y hockey patines, se ven metidos en problemas de tal índole. Sobre todo en ciertas pistas de Cataluña. Algo que merece una reflexión.